El arbitraje es un mecanismo legal alternativo para la solución de controversias entre socios o empresas, que permite resolver conflictos de forma ágil, imparcial y eficiente, evitando procesos judiciales largos, costosos y burocráticos.
Mediante un compromiso arbitral, las partes acuerdan someter cualquier disputa futura al procedimiento arbitral, con el objetivo de obtener una resolución económica, pronta y ejecutable, sin frenar sus operaciones comerciales.
Por disposición legal, el Corredor Público está facultado para fungir como árbitro y:
• Redactar cláusulas y compromisos arbitrales adaptados a las necesidades específicas de cada contrato.
• Llevar a cabo el procedimiento arbitral de forma confidencial, expedita y sin burocracia.
• Emitir el laudo arbitral, que tiene fuerza legal y puede ejecutarse como sentencia.
Ideal para empresarios y comerciantes que buscan soluciones prácticas y efectivas a conflictos sin descuidar sus operaciones.